Nos montamos en el bus, y ponemos ruta a nuestro destino, lo primero es llegar al parking de Cantocochino, nos acomodamos, y no paramos de cantar y cantar....¡menuda marcha!
Llegamos al parking, y todos estamos con muchísimas ganas de empezar nuestra aventura, nos están recibiendo Luis y el resto de monitores que fueron encantadores, muchísimas gracias Irene, Itxiar, Elena, Pablo y Paco, nos habéis enseñado mucho.
Se forman varios grupos, y nos dirigimos muy emocionados a nuestra primera parada donde vamos a pasarlo en grande....nos tienen preparados unos divertidísimos juegos, y unas pruebas de equilibrio que hacen que tengamos que trabajar en equipo para que todo salga genial.
Después de tener que esforzarnos mucho para no caernos, y para no tropezarnos, seguimos nuestro camino, por unos senderos impresionantes,llenos de rocas con formas singulares, riachuelos y alguna vaca que nos mira de reojo.....
Nos detenemos para tomar aliento, beber agua y para empezar la siguiente aventura....¡rappel!, nos vamos a deslizar por un barranco pequeño, sin peligro, porque somos principiantes, pero eso no le resta emoción, ¡estamos encantados!
Después de tan emocionante experiencia, se nos abre el apetito, y tenemos que sacar fuerzas para llegar al refugio y disfrutar de un merecido descanso, así que no perdemos tiempo, y proseguimos nuestra marcha.
Vislumbramos el refugio en lo alto, y nos damos cuenta que han pasado casi tres horas, y no nos hemos enterado, eso es buena señal, nos estamos divirtiendo. Dejamos nuestras mochilas en la explanada y hacemos tiempo para la cena, algunos llenamos nuestras cantimplora, otros nos tiramos al suelo a descansar y otros tenemos fuerzas para seguir jugando y hacer unas cuantas caricias a dos simpáticos burritos que también ayudan en el refugio.
Cae la noche y se agradece meternos a cubierto y reponer fuerzas, Guzmán, el guarda del refugio, nos ha preparado una cena rica, rica, de la que no podemos enseñaros ninguna muestra ¡ñam,ñam!
Aún no acabamos, hemos cenado estupendamente y ahora viene otra aventura, cogemos nuestras linternas y los monitores nos guían por el camino hacia el Tolmo, del que muchos no sabemos nada, sólo que es una roca grande.
¡Llegamos!, ¿grande? ¡COLOSAL!, estamos atónitos de encontrarnos justo debajo, Luis nos cuenta cómo llegó hasta allí y Elena nos da unas clases de astronomía, aunque la noche no está demasiado despejada, podemos observan varias constelaciones, y algún planeta.
No lo esperabámos, pero nos empiezan a contar una historia muy interesante, sobre un monje que habita en aquellos lugares....¡qué sustito!
Retomamos el camino al refugio, que ya toca descansar, porque la tarde ha sido muy intensa y ya apetece meternos en nuestros sacos....bueno, a todos no , algunos tienen pilas para seguir con la aventura. ¡Buenas noches!
¡Buenos días! amanecemos con las pilas recargadas, y con muchas ganas de empezar a explorar, algunos han dormido más que otros y las energías están a disitintos niveles. Empezamos con unos juego muy divertidos antes de desayunar.
Hay que empezar el día con alegría, con energía y con un rico desayuno, así que nos acomodamos y engullimos galletas, tostadas, magdalenas, leche calentita, en fin, todo lo necesario para que nada nos detenga.
Nos aseamos como podemos, y volvemos a dividirnos en grupo para las siguientes actividades que los monitores nos han preparado, talleres de magia, ciencia, experimentos....¡esto promete!
Toca poner camino a casa, así que con mucha pena, retomamos el sendero y dejamos atrás ele refugio, lo hemos pasado muy bien, así que seguro que algunos de nosotros no tardaremos en regresar.
El camino, ahora es más agradecido porque vamos bajando, y el esfuerzo es menos, aunque hay que tener cuidado para no resbalar. Tras un rato hacemos la última parada del día para terminar con las actividades programadas,que no por ellos son las menos interesantes, al contrario, ni nos imaginamos lo divertido que va a ser este momento....
Nos dividimos en dos grupos y unos vamos hacia el río a buscar bichitos en el agua y el otros grupo se queda buscando plantas aromáticas. Los que nos bajamos al río, comprobamos lo fría que está el agua, y lo fácil que es resbalarse y caerse sin querer.....o no.
Después Luis nos enseña a descubrir los misterios que encierran los insectos recogidos, su forma de vida y su papel dentro del ecositema del río. No ha podido ser más interesante ésta experiencia.
El otro grupo aprende con Irene, la cantidad de plantas que nos rodean y de las que casi no sabemos nada, hemos disfrutado de unos olores impresionantes que han agudizado nuestros sentidos.Gracias.
Nos cambiamos los roles, y los del rio van a las plantas y viceversa, así todos tenemos la oportunidad de aprenderlo todo.
Nos ponemos otra vez en marcha, con mucha tristeza, porque la próxima vez que nos paremos, será para montarnos en el bus, lo que significa que regresamos a casa y terminamos la aventura....caminamos e intentamos disfrutar de estos últimos instantes en La Pedriza con nuestros compañeros.
Por fin, llegamos a nuestro destino, otra vez al parking de Cantocochino, nos despedimos de los monitores que han sido fantásticos con nosotros, y de los que nos llevamos un magnífico recuerdo. El camino de vuelta, es más tranquilo, porque el cansancio ha hecho mella en nosotros, pero nos queda aliento para seguir cantando y pasarlo genial en nuestro regreso.
Desde el AMPA del Fuentesanta, queremos agradecer a las familias, que depositen su confianza en nosotros para seguir realizando esta actividad, por dejarnos compartir con vuestros hijos e hijas momentos tan emocionantes como los vividos en esta noche, por confiar, por hacer de la noche en La Pedriza, una noche MÁGICA, y sobre todo destacar que han sido un grupo maravilloso, participativo y respetuoso.
¡GRACIAS!
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